viernes, 31 de agosto de 2007

COMO EL TERO


A días de cumplirse el primer aniversario de la desaparición de Julio López, el gobierno de Kirchner no ha hecho nada para velar por la integridad de los testigos de las causas contra los represores.
Si bien el gobierno cuenta con una ley de protección de testigos, la 25.764 y que además, cuenta con un programa de protección, llamado Verdad y Justicia, éstos en la práctica no existen. Hasta tal punto es así que el propio titular del programa Verdad y Justicia, Marcelo Saín reconoció que el espacio que el dirige “No cuenta con fondos” necesarios para llevar adelante su actividad. “Mi oficina está en Ezeiza, en la sede de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Por el momento no tengo personal ni estructura, pero según me ha dicho el doctor Carlos Zannini, está a punto de salir. Por ahora puse parte de la PSA para este tema”.
En la actualidad, el programa que está en vigencia fue pensado para la protección de testigos en casos vinculados al narcotráfico y fue extendido a los protagonistas de los procesos por violaciones a los derechos humanos. Pero, quedó demostrado que no sirve para proteger. Porque el principal enemigo para la integridad de los testigos, sigue siendo el propio estado, a través de la policía, las fuerzas armadas, la SIDE, o mediante la inacción gubernamental.
En tanto, se avanza en el juzgamiento de Von Wernich, las denuncias de testigos sobre amenazas se acumulan. Tras la difusión de las intimidaciones recibidas por el presidente del tribunal que juzgó a Etchecolatz, Carlos Rozanski, algunos testigos que debieron declarar en ese juicio recordaron que durante el mismo ellos también recibieron amenazas. De hecho, el día que comenzaba el juicio contra Etchecolatz también había sido intimidado un miembro de la agrupación HIJOS.Una testigo del caso Von Wernich cuestionó la manera irregular que tenía de custodiarla el policía que le habían asignado: a veces estaba en su lugar de vigilancia, otras no; en ocasiones dormía adentro del auto que le asignaron o llevaba visitas al vehículo.
Nilda Eloy, querellante en la causa contra Miguel Etchecolatz, sufrió numerosas intimidaciones “Desde que empezó el juicio estamos recibiendo amenazas”, había dicho a un medio local. Eloy recibió tres llamados telefónicos en los que se escuchaban “simulacros de sesiones de tortura”. La primera presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel “Chicha” de Mariani, también recibió amenazas durante el juicio. Fueron dos cartas llegadas a su casa, una firmada por “El Miedo”. La otra decía “si condenan a Etchecolatz volamos la casa de los Montoneros”, en referencia a la casa en la que fueron secuestradas víctimas del ex jefe director de Investigaciones de la Bonaerense, entre ellas Clara Anahí, la nieta de Chicha que hoy tiene 31 años y aún es buscada.También recibieron unos extraños llamados telefónicos algunos abogados vinculados a las partes querellantes y hace un par de meses fue secuestrado el hijo de dos militantes populares de solo ocho años y también Felisa Marilaff, ex detenida-desaparecida, que ya estaba bajo la supuesta protección del Estado.
Hoy el 95 % de los represores siguen impunes. Hasta el propio gobernador bonaerense Felipe Solá reconoció que dentro de la policía bonaerense hay más de seis mil efectivos que cumplían funciones durante la última dictadura militar. Entonces, no es de extrañar las numerosas intimidaciones que sufren los testigos. Porque desde el retorno de la pretendida democracia, sólo se juzgaron a un par de “cabezas”, pero el aparato represivo sigue intacto y dan vueltas por la ciudad en patrullero y asesinando a jóvenes. Desde que asumió Kirchner son más de 650 los asesinados por el gatillo fácil.
En tanto, el gobierno “de los derechos humanos” de Kirchner, no ha hecho nada para cambiar esta situación, pese a tener todo el poder del Estado para hacerlo, llegando incluso al punto de la burla, al crear un programa de protección de testigos que ¡no tiene fondos!
Es por ello que desde el organismo Justicia Ya! Se pelea por el desmantelamiento del aparato represivo ya que no puede haber ni ley, ni programa de protección de testigos que sirva si no se separan de las fuerzas armadas y de la policía a todos aquellos que desempeñaron funciones en la dictadura. Porque la policía de hoy es la misma policía que secuestraba, torturaba y hacía desaparecer a miles de personas. Por eso, son muchos ya los testigos que se niegan -y con razón- a recibir la custodia de esta policía asesina.
Los organismos de derechos humanos tienen listas en donde figuran los nombres, cargo que ocupaban y que ocupan los policías que estuvieron vinculados a la triple A y a los grupos de tareas. La nómina trepa a más de nueve mil. Si el “gobierno de los derechos humanos, hijo de las madres de Plaza de Mayo” realmente quisiera “acabar con la impunidad” como se jacta para la tribuna, tiene todos los medios para hacerlo. De lo contrario, como viene haciendo, pone el grito en un lado, y los huevos en otro.

Roberto Cambre

miércoles, 8 de agosto de 2007

Reinicio de Audiencias

Desde el lunes 6 de agosto se retomaron las audiencias del juicio al cura represor Von Wernich. Para el jueves 8 está previsto que declaren: Galarza, Fernando y Juan; Gómez, Lucy; Mainer, María de los Milagros y Mainer, Maricel Marta; Molina, Maria de las Mercedes y Ricardo Victoriano y finalmente Stagnaro, Dora. Cabe destacar que varios de ellos víctimas directas de Von Wernich en los centros de detención de la dictadura.

jueves, 2 de agosto de 2007

Feria Judicial

Las audiencias del juicio oral y público contra Christian Federico Von Wernich se encuentran suspendidas por la Feria Judicial hasta el 6 de agosto, día en que se reiniciarán con una nueva ronda de testigos.
Recordamos que el juicio tiene características de "oral y público", por lo cual quien quiera presenciarlo puede hacerlo. Sólo debe presentarse en la sala los días de audiencia (lunes y jueves) antes de las 10 de la mañana que es la hora de inicio de las sesiones, con DNI y mientras no esté colmada la capacidad de la sala podrá ingresar. Salvo claro está que tenga prohibida la entrada, como es el caso de Cecilia Pando a la cual el Presidente del Tribunal, Rosanzky, no le permite ingresar desde que produjera un altercado dentro del salón, agraviando a las Madres de Plaza de Mayo que se encontraban presenciando una audiencia.

Robos, sañas y complicidades

Continúa en La Plata el juicio al cura represor Von Wernich, que está acusado por su participación en 7 homicidios, 31 torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad, delitos cometidos en seis campos de concentración del denominado "Circuito Camps": Arana, la Brigada de Investigaciones y la Comisaría 5º, todos del partido de La Plata, así como "Puesto Vasco" (en Bernal), el "Pozo de Quilmes" y el COT 1 de Martínez.


Los testigos que declararon hasta ahora han confirmado el desempeño de Von Wernich en la represión, que éste los visitaba e intentaba sacarles información, que tenía relación con las familias de los detenidos-desaparecidos y que no le era ajena la situación de que se vivía: que existía la tortura, las vejaciones, los asesinatos.
Los testimonios también confirmaron algunos de los nombres de los represores que formaban parte de los centros clandestinos de detención mencionados, como Norberto Cozzani, Darío Rojas, Tobiano Fernández y Rousse, entre otros.
En la declaración de Silvia Banjul, Isdoro Graiver y Lidia Brodsky de Graiver, todos pertenecientes al grupo económico Graiver, y que compartieron el cautiverio con Jacobo Timerman, quedó claro el ensañamiento especial con ellos por ser judíos.
Osvaldo Papaleo, que también declaró por el caso Timerman, dijo además que: “Von Wernich siempre dio muestras de conocer bien lo que habíamos declarado antes bajo torturas”. “Era evidente que el cura era un interrogador, un agente de inteligencia que tenía un rol específico y que formaba parte de lo que yo llamo ‘cuerpo colegiado de la tortura’, en el que cada uno de los represores cumplía su rol”,
Otro elemento de importancia en la declaración de Papaleo, es la acusación directa a la Revista Somos y a la Editorial Atlántida de la familia Vigil como colaboradores de la dictadura militar. El testigo manifestó haber leído declaraciones de su hermana Lidia Papaleo en la revista Somos, al momento de estar ella secuestrada (abril de 1977). El hecho provocó que Osvaldo Papaleo enviara un telegrama a la Editorial Atlántida solicitando que se rectifique, y esa misma noche fue detenido por el Ejército y llevado a Puesto Vasco. Sobre el hecho, Papaleo manifestó que Darío Rojas (uno de los responsables de las torturas en Puesto Vasco) le dijo “tu problema empezó cuando mandaste este telegrama”, el mismo que él había enviado a la editorial Atlántida y que en ese momento el represor tenía en su mano.
Un testimonio importante fue el de Rodolfo Iacarino, empresario del campo de Santiago del Estero al que detuvieron con toda su familia con el objetivo de despojarlos de todos los bienes, que hasta hoy no han recuperado. Iacarino contó que una vez trasladado a la sede Avellaneda de la Brigada de Lanús de la Policía Bonaerense, y como parte de las operaciones cotidianas de las fuerzas represivas, lo obligaron a firmar unos papeles donde entregaban varias de sus propiedades, las que hasta el día de hoy no recuperaron. “Todo fue una maniobra para desapoderarnos de los bienes”, confirmó Iacarino, quien además mencionó que en la Brigada con sede en Avellaneda estuvo durante esos días de 1976 el Juez Federal Leopoldo Russo y su secretaria, la Doctora Aparicio.
Como si todo esto fuera poco, el periodista español Vicente Romero, reveló que en 1983 le realizó una entrevista al General Ramón Camps quien le mostró un informe con cifras y datos muy precisos sobre cadáveres encontrados, muertes producidas en enfrentamiento, eliminación de detenidos y enterramientos de nn. Infore que según el propio Camps, fue entregado al Vaticano por nuncio apostólico en nuestro país.
Según dijo Romero Camps hablaba de Von Wernich como “estrecho colaborador y amigo suyo, como su apoyo moral, quien era fundamental para poder tener la ‘conciencia tranquila’”. Y justificaba todas las atrocidades cometidas por la Dictadura, con el argumento de la salvación de los principios “occidentales y cristianos”. Otro tema sobre el que hablaron con Camps fue sobre la colaboración de civiles y de los aportes económicos a los intereses de la Junta Militar: “La justicia argentina aún no ha entrado en averiguaciones de empresas o entidades civiles y económicas en sociedad con los militares, como así también el rol de las grandes empresas ya constituidas en el país, como la Ford, la Mercedes Benz, etc., empresas que hoy se lavan la cara organizando organismos de derechos humanos pero que en otra época colaboraron con la Dictadura”.
Desde el CADHU y como integrantes de Justicia Ya! La Plata vemos la necesidad de aclarar que si bien todo lo que se avanza con este juicio es muy importante, siguen sin ser los juicios que queremos. Exigimos que se juzgue por Centro de Detención o por Circuito Represivo a TODOS los represores que lo integraron, y no a cada represor individualmente y haciendo una sumatoria de casos, sino en el contexto de un genocidio, lo que permitiría acelerar los tiempos, evitar que las víctimas pasen una y otra vez a relatar las mismas y terribles experiencias y, fundamentalmente, conseguir el castigo a todos los genocidas por todos los compañeros.

Juan Bonatto Seoane. CADHU La Plata, integrante de Justicia Ya!

Recuerdos del horror

Los declarantes que han pasado hasta el momento desde el inicio del juicio a Von Wernich, coinciden en las palabras que este cura les enunciaba antes o después de las torturas que recibían en los centros clandestinos.
Frases como “colaboren” o “si hablan las torturas no serán tan fuertes” pronunciaba el ex capellán para ayudar a sus amigos, Etchecolatz, Camps y Pretti, a sacarles información a los detenidos.
Julio César Miralles atestiguó el jueves 12/7 y declaró que en COT I Martínez este cura apareció reiteradas veces, a cara descubierta y durante el día. El testigo recuerda una frase luego de 30 años: “Esto es por Dios y por la Patria”. Son las palabras latentes de Von Wernich, como los recuerdos morbosos y desgarradores de la dictadura militar que jamás se borrarán y prevalecerán con la bronca y el dolor de las victimas de este “fenómeno”, como lo denominó Julio Miralles al final de su testimonio.
Los 3 testimonios además coincidieron en conocer a Timerman y haber hablado con él en los distintos centros de detención. Éste les comentaba que había hablado varias veces con Von Wernich y le decía siempre lo mismo: “Hablá para que no te peguen más”.
Los testigos recuerdan al ex capellán y no olvidan las palabras que enunciaba, pero tampoco con la impunidad con la que se manejaba y la relación amistosa que tenia con Camps, Etchecolatz y Pretti “los peores de la historia”, como expresó Julio Miralles.

Otro testigo Juan Destefano, declaró el jueves 19/7, donde expresó que 13 veces entró y salió clandestinamente de las comisaría 22ª y 9ª de La Plata. Además manifestó haber estado en los centros COT I Martínez, Puesto Vasco y “el peor de los lugares”, según Destefano, Arana, donde recibió “las peores torturas que un ser puede recibir”.
El testigo reconoció que en Puesto Vasco los visitaba el cura Von Wernich, que era un partícipe más del grupo que torturaba. Así mismo declaró con angustia: “pasaron 30 años, ese fue el fallo de la democracia”.
Al momento de las preguntas, el abogado del acusado se refirió a la clandestinidad y por qué se hacía hincapié en la misma, a lo que el testigo le contestó: “si a usted le vendan los ojos, le atan las manos y lo llevan de un lado a otro durante la noche, sin que nadie supiera nada de nada, y a su vez está detenido-desaparecido durante meses… ¿no es eso clandestinidad?, no sé entonces cómo se denomina eso”.
Ese mismo día declaró Luis Guillermo Taub, quien pidió no ser televisado. El testigo estuvo en el Pozo de Quilmes y el Pozo de Banfield donde tenía que juntar los cuerpos de las criaturas (adolescentes) que amontonaban en los patios como si fueran basura.
Cuando estuvo detenido en COT I Martínez contó un anécdota del 24 y 25 de diciembre, donde los dejaron sin comer durante un día (agrega que no era algo novedoso) con la excusa de prepararlos para la llegada de un invitado especial que resultó ser Christian Federico Von Wernich. Para recibirlo hicieron un asado y luego del agasajo visitó a todos los detenidos a cara descubierta, vestido informal pero con una cruz de plata colgando de su pecho. “Venía como un cura apoyando su tropa”, expresó Taub, y también manifestó que estaba presente durante el desprecio que hacían hacia los judíos como Jacobo Timerman.

Lucas Ibarlucía, Estefania Arana, Sebastián Lavandera, Tania Heit, Laura Fernández Peredo, Juan Bonatto Seoane

Haud Habemus Tutela (No Tenemos Protección)


La re-victimización de los testigos se planteó en el alegato del juicio al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz. Éste era uno de los argumentos para poder unificar los juicios y evitar el inconveniente que les causaba a las víctimas tener que volver a declarar en cada juicio, con la implicancia de tener que recordar momentos difíciles y dolorosos. Permitir la incorporación por lectura de los testimonios prestados antes del juicio y que estos puedan ser usados para próximos juicios es la finalidad de este planteo.
Con la desaparición de López el día 18 de septiembre de 2006, se declaró una amenaza abierta, no a los testigos, sino a los juicios por la verdad; las amenazas no hay que tomarlas en forma simplista, de manera que solo afectan a los testigos. Le puede pasar a cualquier integrante del campo popular, que viene luchando e impulsando estos juicios.
En este marco son más los testigos que se niegan a declarar debido a lo ocurrido y a la incertidumbre presente con la ausencia de pistas sobre el paradero de Julio López. Otra vez el fantasma de la desaparición vuelve a rondar nuestra sociedad.
Por otro lado, los programas de protección de testigos lanzados desde el Gobierno como el Programa de Protección de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de Alberto Linares, el Programa de Protección de testigos e imputados del Ministerio del Interior y el Programa de Verdad y Justicia, no cumplen su función. En una entrevista con la abogada querellante en el caso Etchecolatz y ahora en el caso Von Wernich, Guadalupe Godoy, nos relata muy bien cómo se manejan estos programas diciendo que “cuando solicitábamos sus servicios, estos se pasaban la bola de uno a otro, sin que ninguno quiera asumir la responsabilidad que implica la protección de un testigo en esta coyuntura y el costo político que implicaría si un testigo sufre algún daño”.
La protección no es a testigos clave ya que no los hay, si no que son pequeñas piezas que logran armar un todo para demostrar el genocidio. Es por eso que la integridad física de los testigos, es imposible de garantizar, cuando las fuerzas de seguridad que deben proveer este servicio, fueron cómplices de las dictaduras en la Argentina, y que hasta hoy no han sido desmanteladas, pudiendo afirmar que el aparato represivo sigue intacto, y más que brindar seguridad, brindan amenazas.
En estas situaciones se llega a la única conclusión posible, en palabras de la abogada querellante, y es que los programas de protección de testigos no van a servir hasta que en la argentina no se acabe un mal que asecha hace muchos años, que es la impunidad.


Lautaro Herrera - Lautaro Bravo